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jueves, 19 de septiembre de 2013

EMOCIÓN Y LITERATURA

            "...hice incluso un botiquín de primeros auxilios, en un maletín de farmacia verdadero, en el que puse los pocos libros que me salvaron la vida.”
Phillipe Lefait

 
Un día el maestro se para en el aula y empiezas a leer un cuento, los alumnos se encontraban escuchando atentos. De repente, sin dar tiempo a un pequeño suspiro por lo que acababan de escuchar, el maestro comienza a bombardear con preguntas a los alumnos: “Tú, ¿cuál es tema del cuento? Tú ¿de qué trata el texto? Tú, ¿qué quiere decir el autor con tal parte del texto? Este tipo de prácticas solía ser muy común en algunas clases de literatura que impartí, probablemente debido a mi formación mucho más orientada al análisis del texto o tal vez porque a mí me habían enseñado de esa forma en el bachillerato. Pero no sería sino, hasta algunos años después, tras haber recibido una capacitación sobre Fomento a la lectura en niños y jóvenes que comenzaría a tener un acercamiento distinto con la literatura, el cual sería de gran ayuda para compartir de diferente manera las lecturas con los alumnos.  
 
Uno de los autores revisados en dicho curso sería la investigadora francesa Michèle Petit quien propone una visión del texto percibida no “como algo impuesto y sobre el cual se tendrá que rendir cuentas” sino “que el texto haya pasado por una verdadera apropiación” como un medio por el cual se pueda compartir emociones o bien la identificación del niño o joven con la lectura en relación con algún aspecto emotivo de su vida.  
 
En este sentido, después de haber visto el emotivo video del maestro Kanamori compartido la semana pasada en la clase de Pedagogía de la Literatura, recordé el efecto detonador de la lectura. Una lectura puede propiciar traer a escena emociones que pueden ser alegres o dolorosas y que el acercamiento a éstas por medio de una lectura cuestionada impedirá que el lector deje entrever la alegría o sufrimiento que le provoca y así reprimir su emoción. Sin embargo, cuando esta lectura es guiada por una conversación de contemplación y afinidad emocional puede ayudar a “...‘sacar’ elementos perturbadores […] ponerlos a contraluz[…], para observarlos y de esa manera tener algún un control sobre ellos” (Aidan Chambers, 2007). La lectura seguida por una plática de solidaridad puede ayudar al niño o joven a asimilar alguna tragedia o encontrar alivio por una pena pues un como dice Beatriz Robledo “un libro puede […] permitirles atravesar el umbral y saltar al otro lado” (citada por Michèle Petit, 2005).  
 
En este contexto quisiera compartir una experiencia con un grupo de niños de mi comunidad al cual les leía una vez por semana hace ya dos años. En este grupo asistía Migue, un niño de 8 años, en ese entonces, quien por aquellos días había sufrido la pérdida de su abuelita y en dos sesiones seguidas lo había embargado la tristeza. Para la tercera sesión había recordado un libro de Ron Brooks llamado Nana vieja así que lo leí. La lectura finalizó; algunos de los niños asistentes comentaban haber experimentado la pena de perder a su abuelo o abuela, pero Migue no dijo nada, he de decir que él era de los que siempre compartía o hablaba sobre las lecturas, pero esta vez sólo permanecía escuchando y asintiendo. Migue no dijo nada; sólo al final de la sesión me pidió prestado el libro para llevarlo a casa. A la siguiente semana Migue regresó con el libro. pero esta vez comenzó a relatar lo que hacía con su abuelita cuando era el mole en su pueblo, lo que hacían juntos en las fechas de Todos Santos y algunas otras experiencias que tuvo con su abuelita. Quiero pensar que este libro suscitó algo dentro de Migue que le permitió externalizar algunos emociones que necesitaba aliviar.  
 
Una vez que Migue y de los niños japoneses se abrieron a la posibilidad de compartir aquellas experiencias que guardaban y que necesitaban compartir para ver adelante, la lectura tomo otro papel no sólo de detonador sino también de “reparadora” (Michèle Petit, 2005) que sana y dice que es el momento de seguir adelante e impide que continúes enfrascado y arrastrando penas que deben ser comprendidas y asimiladas.  
 
Hoy en día, en una sociedad donde los niños y adolescentes viven distantes de espacios para expresar sus emociones y sentimientos, nosotros los maestros debemos buscar las formas para acercar a los jóvenes a las lecturas en las que puedan encontrar una voz de aliento y consuelo en su mundo.

4 comentarios:

  1. Hoy en dia aunque los ninos digan que no quieren leer, cuando descubren lo maravilloso que es la lectura, te sorprendes de lo inteligentes que son y puedes hacerlo con una lectura de divulgacion cientifica o hasta con una revista de entretenimiento.

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  2. Sabes hay mucho de razón en eso , tal vez al principio no nos damos cuenta como docentes las "penas" que pudieran traer los alumnos que sin duda alguna los frustran o agobian de tal manera que no pueden disfrutar lo que hacen y mucho menos desempeñarse en la escuela y saber lo que pasa y sus situaciones es importante para saber como llegar a ellos y que no les afecte .

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  3. Sabes hay mucho de razón en eso , tal vez al principio no nos damos cuenta como docentes las "penas" que pudieran traer los alumnos que sin duda alguna los frustran o agobian de tal manera que no pueden disfrutar lo que hacen y mucho menos desempeñarse en la escuela y saber lo que pasa y sus situaciones es importante para saber como llegar a ellos y que no les afecte .

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  4. Si, definitivamente la lectura no es una imposición es gusto, agrado y quien mejor que los mediadores para al alcanzar ese objetivo y bien lo dice Claus, el contagio. Sin embargo nos enfrentamos a problemáticas latentes y reales, en lo personal y con esto del congreso se bombardearon muchas cosas en la cabeza, no se que sea primero si el contagio por la lectura o generar estrategias en la comprensión lectora, y me refiero en el nivel media superior y superior, pues la Educación media superior es la concretización de conocimientos básicos e inicio de la alfabetización académica para dar paso al destino de la vida personal y social, y es entonces cuando el alumno se supone que esta preparado para el nuevo nivel académico y para el rumbo de su vida como ciudadano y nada de eso tienen los alumnos al termino de la prepa y entonces ya no sé, si es suficiente que al alumno de ese nivel se le genere el gusto por la lectura o plantear ya algo más para esa concretización de conocimientos

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